lunes, 23 de noviembre de 2015

Galletas de mazapán

En Alemania en esta época del año comienza el Adviento, que se supone que es un período de observación religiosa pre-navideña pero que en realidad consiste en encerrarse en casa, llenarlo todo de velitas y de cosas que brillan y ponerse hasta arriba de azúcar. Vamos, pasarse la tarde gemütlich, que dicen aquí. Eso del gemütlich es chungo de traducir y en invierno es obligatorio incluir las dichosas velitas en la definición. Los del gremio me comprendéis perfectamente, que lo sé yo.

La verdad es que no culpo a los autóctonos: a las cuatro de la tarde se hace de noche, hay una llovizna asquerosa y, en general, no hay quien esté en la calle. Si tienes enanos en casa, esto se hace muy largo. Por eso, hacer galletas es todo un éxito en esta temporada. 

Los alemanes tienen cincuenta mil tipos de galletas navideñas: mucha gente se pasa un par de tardes haciéndolas y las guardan para tener durante todo diciembre. Con estos dos es imposible hacer algo medianamente laborioso, así que esta receta taaaaan fácil nos funciona muy bien.

Los sellos estos de silicona no son difíciles de encontrar en internet: aquí los venden en todas las droguerías. Estos son de la del centauro y me costaron 3 euros el año pasado.

De todas maneras, con los moldes de toda la vida también quedan genial :)




Ingredientes:
(salen unas 20) 

    - 250 g. de harina
    - 150 g. de mantequilla
    - 200 g. de mazapán
    - 1 cucharada de azúcar
    - 1 sobre azúcar de vainilla (8 g.)
    - 1 huevo
    - 1 pizca de sal
    - 1/2 cucharadita de canela


Preparación:

Pon todos los ingredientes en un cuenco grande y amasa con las manos hasta que quede una masa suave, tipo plastilina (se puede hacer con la batidora, claro, pero al final te toca amasar con las manos igual). Envuelve la masa en plástico y ponla por lo menos durante 30 minutos en la nevera (si es más tiempo, mejor). 
 

Saca la masa de la nevera y extiéndela sobre una superficie enharinada con el rodillo hasta que tenga 1 cm. de espesor. No la dejes demasiado fina, de lo contrario no podrás sellarlas. Pon papel de hornear en la bandeja del horno y precalienta a 160°C con aire. 




Corta las galletas las galletas con una taza de café o un vaso pequeño. Para separarlas de la hoja de masa, lo mejor es arrastrar un poquito el molde y acercarlo al borde de la masa.


Colócalas sobre la bandeja de horno.




Ahora séllalas. Si se queda pegada la masa al sello, enharina un poco la superficie de silicona:  ahora no habrá problema.
 





 
Mete las galletas al horno  durante 10-12 minutos hasta que estén doradas. A mí me gustan cuando están amarillas-doradas y no demasiado tostadas, pero sobre gustos no hay nada escrito. Después de sacarlas del horno, déjalas enfriar sobre una rejilla y si las metes en una lata para conservarlas, pon hojas de papel de horno entre las capas.



Como ves, se hacen en un pispás y son muy fáciles. Ahora enciende unas velitas, hazte un té y a comer ;)

Si tienes ganas de probar otros dulces navideños, prueba este panettone.






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