El shortbread es un tipo de
galleta tradicional de Escocia. Es una receta muy antigua (tienen su origen en
el siglo XII) y muy simple (sólo tiene tres ingredientes) pero quizás por eso
mismo se disfruta tanto de su sabor. Normalmente se toman con té, pero a mí me
encanta untarlas en el café. Espero que os gusten tanto como a mí.
Ingredientes:
-
225 g de
mantequilla
-
110 g de azúcar
moreno
-
280 g de harina
Preparación:
Para empezar, precalienta el horno a 180° C. Mientras, mezcla la mantequilla (que tiene que estar a temperaura ambiente) con el azúcar y bate hasta que quede una masa cremosa.
A continuación, añade la harina poco a poco. La masa resultante tiene que ser muy cremosa y suave. Moldea la masa poniéndola entre dos láminas de papel de hornear (ha de tener aproximadamente medio centímetro de grosor). Para cortarla, es mejor meter la masa un rato al frigorífico. Córtalas como más te guste (es habitual hacerlo en forma de barrita) y ponlas en una bandeja de horno con el papel de hornear sólo por debajo.
En 15-20 minutos estarán listas. Tienen que tener un color dorado pero no tostado. Déjalas reposar cinco minutos fuera del horno y después pásalas a una rejilla hasta que se enfríen por completo.
Si te apetece, puedes añadir también a la masa corteza rallada de limón.
¿A que es una receta facilísima?
Parece muy sencillo. Este finde me pongo a ello. Ya te comento. Me alegro de que ahora estés por google+
ResponderEliminar