Ahora es época de membrillos y aquí en Georgia son fáciles de encontrar en el supermercado, no como en Alemania, así que he decidido aprovechar para hacer algún postre que no sea la típica de conserva para comer con queso fresco.
Me han dicho que sabe a Navidades; supongo que eso es bueno.
Ingredientes:
Para la base:
(para un molde de Ø26
cm)
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300 g de galletas maría
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3 cucharadas de cacao en polvo
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150 g de mantequilla a temperatura ambiente
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2 cucharadas de azúcar
Para el relleno:
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3 membrillos grandes
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3 huevos
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3 cucharadas de azúcar glas
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1 cucharada de azúcar de vainilla
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1 cucharadita de canela
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1 cucharadita de jengibre
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¼ cucharadita de nuez moscada
Preparación:
Antes de ponerte en sí con el
pastel, tienes que cocer los membrillos y dejar que se enfríen, así que tienes
que contar por lo menos con una hora de antelación.
Para cocer los membrillos, lávalos
bien, ponlos en una cazuela y cúbrelos de agua. Pon la tapa y déjalos cocer una
media hora larga a fuego lento. Para comprobar que están hechos, pínchalos con
un tenedor: tiene que poder clavarse hasta dentro pero la carne tiene que estar
firme todavía. Deja que se enfríen, pélalos, quita los corazones y trocéalos.
Para hacer la base, precalienta
el horno a 200°C con ventilador.
Machaca las galletas hasta que se
deshagan y mézclalas con el cacao y con el azúcar (si estás utilizando Colacao
o Nesquick, prescinde del azúcar o te va a quedar demasiado dulce). Añade la mantequilla y revuélvelo todo hasta
que estén bien mezclados los ingredientes.
Echa la masa en el molde y aplástala
bien, hasta que quede de un espesor de medio centímetro aproximadamente,
también un poco por los bordes, para que quede como una especie de plato llano.
Mete el molde en el horno, baja la temperatura a 175°C y déjalo ahí 10 minutos, hasta que se tueste un poco
la masa. Después sácalo y resérvalo.
Para el relleno, pon en un cuenco los trozos de membrillo y hazlos puré con
la batidora. A continuación, añade , los huevos, el azúcar y las especias y
mézclalo hasta que quede una masa uniforme. Extiéndela con cuidado por encima
de la base de galleta.
Hornea durante 20-30 minutos, hasta que notes que el relleno se empieza a secar y se dora un poco por encima.
Déjalo reposar un poco antes de sacarlo del molde para que no se desmigue mucho la base.
Con una buena taza de té está estupendo; que aproveche :)
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